No podemos vivir
adormilados, ni ir por la vida con el pijama puesto y la mente embotada
pensando en cosas que, en el fondo, no nos hacen ser felices.
Adviento, TIEMPO LITÚRGICO que
empezamos ayer es tiempo de despertarse con alegría. El reloj del Adviento es
reloj que impulsa y despierta. Nos invita a velar, a permanecer despiertos,
vivos, activos, comprometidos, con un rumbo claro y no equivocado. Es el tiempo
que nos prepara para encaminamos hacia Belén. Se ve la Estrella en el
horizonte, la cueva…
En un momento de reflexión encendamos en nuestro interior
la vela de esta primera
semana de adviento, y pensemos sobre esas cosas que nos impulsan a no caminar
en la oscuridad ni en el ensueño, sino en la senda de la búsqueda y del
encuentro con nuestros cercanos. (hacemos silencio )
Pedimos a María, nuestra
madre del cielo nos guíe en nuestra vida: Dios
te salve María, llena eres de gracia ….
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo …