20 de febrero de 2013

LLÉVAME AL DESIERTO


In the name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit. Amén
Reflexión:
El evangelio del domingo empezaba así: “Jesús, lleno del  Espíritu Santo, volvió del río Jordán, y el Espíritu lo llevó al desierto ….”
Reflexionamos esta mañana en la realidad del desierto
El desierto es lugar de "paso". Nadie construye una casa en la arena. A lo sumo se limita a plantar la tienda de campaña. La experiencia de desierto es un estímulo permanente a vivir el sentido de lo provisional. Estamos de paso. Nacemos, crecemos, morimos... Vivimos como peregrinos camino de la Patria definitiva. 
El desierto es lugar de dificultades, "Empujado por el Espíritu"
marcha Jesús al desierto, donde es tentado por el Diablo. El desierto fue para los israelitas tiempo de tentación y de crisis, durante los cuales Yahvéh puso a prueba su fidelidad: "Acuérdate de todo el camino que Yahvéh tu Dios te ha hecho andar durante estos cuarenta años en el desierto para probarte y conocer lo que había en tu corazón... Te hizo sentir hambre, te dio a comer el maná para mostrarte que no solo de pan vive el hombre. 
Durante la Cuaresma la iglesia invita a un "entrene extraordinario", una especie de concentración ante un final de copa.Privarme de algo que me apetece, o comprometerme en algo que me arredra es una forma de entrenarme, un paso hacia el dominio de uno mismo. Cristo superó las tentaciones, no por ser "Dios", sino por "dejarse llevar del Espíritu". ¿Las venceremos nosotros?.
El desierto es lugar privilegiado para un encuentro con Dios. Allí, en el desierto, es donde Israel celebró las grandes teofanías. Allí se reveló a Moisés. Y a Elías. Al desierto se retiraba Jesús para hablar en la intimidad con su Padre.
Y es que a Dios se le encuentra en el silencio. Se habla mucho del eclipse de Dios, como si hubiera abandonado a sus criaturas, como si no llegaran a sus oídos los gritos de quienes le suplican. Pero, ¿es que Dios no habla, o es que el hombre se ha vuelto incapaz de escucharle?. 
San Agustín lamentaba haber perdido el tiempo buscando a Dios por las afueras, en vez de penetrar en lo más íntimo de su propia intimidad. 
Lo único que Dios me pide es dejarme alcanzar, estar disponible, captar la onda de Su Espíritu y escuchar... creando silencio. 
En Cuaresma la iglesia nos invita a intensificar la oración, el retiro, los ejercicios espirituales...  abandonar los auriculares, olvidarse del ordenador y entrar en el "aposento interior" donde, "cerradas las puertas" pueda escuchar la voz de la propia conciencia.
(silencio).
Lector:
El caminante joven se acerca y me pregunta:
¿No hay caminos?
Le respondo: No hay caminos, ni detrás, ni delante.
No hay huellas, ni sendero.
No hay pasado, ni presente.
Pero hay futuro. Todo el futuro por delante.
Pero hay que hacerlo...
Avanza. No te pares.
Mira siempre de frente.
Si te ofrecen una posada, no la aceptes.
No te asientes ni en iglesias ni en partidos.
El futuro no tiene casa,
ni templos, ni tiendas.
Al futuro nadie te lleva
si no caminas tú.
El futuro es para los peregrinos del Futuro
Pedimos a Jesús nos enseñe a elegir nuestro propio camino y nos aliente en las dificultades que nos encontremos en él: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre ….
Gloria al Padre, al Hijo ….