29 de enero de 2014

QUIERO SER TIERRA BUENA

Del evangelio de San Marcos
Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron.Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas, crecieron, lo ahogaron y no dio grano. El resto cayó en tierra buena; nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.
Palabra de Dios.
Reflexión:
El mensaje de Jesús tiene diferente acogida entre los que le escuchamos. Algunos escuchan sus palabras y en seguida se olvidan del mensaje que les transmiten. Otros en cambio, aprecian este mensaje y buscan una enseñanza para su vida.
Jesús expresa con esta parábola las distintas reacciones que podemos tener cada uno a sus palabra. El camino representa a los que no le interesa para nada el mensaje de Jesús. El terreno pedregoso son las personas superficiales, los que sólo piensan en las cosas que le traen satisfacciones de momento. Las zarzas son los placeres que hacen que nos dejemos llevar por la comodidad.
¿Con qué tierra me identifico yo?
¿Qué fruto estoy invitado a dar?
(reflexionamos en silencio)

En esta semana que estamos rezando por la paz en el mundo reflexionamos sobre nuestras palabras, gestos ... de PAZ hacia los demás.         (silencio )

Recitamos juntos:
¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! 
Que allí donde haya odio, ponga yo amor; 
donde haya ofensa, ponga yo perdón; 
donde haya discordia, ponga yo unión; 
donde haya error, ponga yo verdad; 
donde haya duda, ponga yo fe; 
donde haya desesperación, ponga yo esperanza; 
donde haya tinieblas, ponga yo luz; 
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto 
ser consolado como consolar; 
ser comprendido, como comprender; 
ser amado, como amar.

Porque dando es como se recibe; 
olvidando, como se encuentra; 
perdonando, como se es perdonado; 
muriendo, como se resucita a la vida eterna.