18 de marzo de 2015

BENDITOS LOS PIES

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu.

Recitamos dos filas juntas cada estrofa, alternandonos:
Benditos los pies de quien,
en lucha por la vida,
encuentra tiempo de ir
por los caminos del mundo,
entrar en las casas y acercarse
a las personas para anunciarles
que Cristo vive y es nuestra esperanza

                                          Benditos los pies de las personas
que se olvidan y salen de sí mismas
para consolar y ayudar
a quien está enfermo y solo,
a quien sufre.
Benditos los pies de quien
comparte su pan con el hambriento,
se solidariza con el pobre, es testigo   
de la justicia y de la misericordia.


Benditos los pies de quien busca
la profecía de una palabra
que ilumine la historia humana,
                            de quien construye
                          hermandad y amistad
                 en medio de prejuicios y exclusiones.

Benditos los pies de quien                                    
busca a la persona
allí donde es humillada y pisoteada,
de quien descubre y protege la vida
donde se sufre violencia y muerte.

  Benditos los pies de quien
encarna la novedad del Reino,
de quien sabe provocar y esperar,
perseverar y sufrir
para introducir lo eterno
en la historia humana.

Lector 1
 Pide al Espíritu que te regale entrañas de misericordia para hacer presente el sueño de Jesús: mostrar el amor del Padre.
Presenta al Señor las grandes pobrezas de la tierra, mientras dices: “Aquí estoy para ayudar”.


Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo ...