¡Buenos días amigos y amigas!
Saludamos a nuestro gran amigo Jesús ...¡Haciendo la Señal de la Cruz!
Juntamos nuestras manos, guardamos un poco de silencio, cerramos los ojitos y hablamos con nuestra mamá del cielo. A ella le podemos contar todo lo que queramos: ella nos escucha, nos ayuda y nos entiende.
Ahora, rezamos juntos.....
BENDITA SEA TU PUREZA
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea,
en tan graciosa belleza.
A Ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco en este día,
alma vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Amén.