Pocas palabras en nuestro diccionario tienen tanta fuerza como la palabra “Contigo”. Cuando alguien la pronuncia pone toda su confianza en la otra persona. Los grandes proyectos, las grandes empresas en la vida, los grandes caminos… comienzan con esa palabra. Sencilla, pequeña, humilde, pero que encierra todo un mundo de posibilidades.
A lo largo de este nuevo curso tendremos oportunidad de decir, muchas veces, “contigo”. Y todos, cada vez que pronunciemos esta palabra, tendremos que tener presente, de fondo, la confianza, las ganas de caminar con los otros, y nuestro más profundo deseo de amar y entregarnos, como Dios hace. ¿Te atreves?
Sí, Dios quiere trazar una nueva historia de amistad y de amor con nosotros, darnos una nueva oportunidad. Nos invita a crear lazos de fraternidad, por eso pronuncia una palabra: “Contigo”. Contigo quiero empezar algo nuevo, quiero caminar en fraternidad con otros.
Estamos comenzando un nuevo curso y para ello queremos decirle a Dios que esté con nosotros, que pronuncie su “cuento contigo en todo lo que hagas, en tus decisiones, entre los libros y en las clases, en las actividades que lleves a cabo, en los momentos de alegría, también en los momentos más difíciles.
Pidámosle que esté a nuestro lado. Él es el CONTIGO que nunca abandona:
Recitamos juntos:
Señor, Jesús, Tú eres el CONTIGO que Dios pronuncia en nuestra vida.
Derrama en nosotros tu Espíritu, para que nos ayude a confiar en Ti
y ponernos en camino.
Haz que en todo lo que hagamos seamos testigos tuyos
y tratemos de amar como tú mismo nos has enseñado.
Cuento contigo…cuenta conmigo.
AMÉN.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo ...