Lector 1
Una de las páginas más bonitas, tiernas y esperanzadoras del Evangelio es aquella en la que Jesús, para decirnos el amor que Dios nos tiene y cómo tenemos que confiar en Él, habla de los pajaritos y de las flores del campo (Mt.6, 26-30). Lo escuchamos.
Lector 2
“Mirad los pajarillos, no siembran, ni cosechan, ni almacenan en graneros… y sin embargo, el Padre los alimenta. Mirad los lirios del campo, con tan vistosos colores. Ni el rey Salomón, con todo su fasto, podría vestirse de igual manera”.
Lector 1
Reflexión:
Nos miramos cada uno a nuestro interior. De Dios hemos recibido las facultades, la inteligencia, las manos, etc.. para procurarnos lo necesario. Damos gracias a Dios por habernos creado tal y como somos.
(tiempo para tomar conciencia de como hemos sido creados; que semillas Dios depositó en cada uno de nosotros. Tomo conciencia de mi inteligencia, de mi capacidad de amar, de mi físico -me detengo en aquellas partes del cuerpo que tengo que amar más, ...- doy gracias a Dios por haberme creado así.)
TIEMPO DE REFLEXION
Lector 2
Terminamos nuestra oración rezando juntos: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre ...
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo ....