Lector 1
Estamos comenzando el mes de marzo, el mes en el que el Beato Padre Faustino Míguez, nuestro fundador es el protagonista. Los próximos días vamos a tener cada día un recuerdo a él y su mensaje. No podía ser de otra manera, en este año en que nuestro tema de reflexión es la encíclica del Papa, "Laudato si"; el cuidado de la casa común como mejor la conocemos, vamos a reflexionar cada mañana en uno de los aspectos de esta encíclica y como el Padre Faustino la vivió, o nos animó a vivirla.
Os invito a participar de estas reflexiones con apertura de corazón al mensaje que Dios quiere dejarnos cada mañana.
Lector 2
Escuchamos algo que el Papa escribió en el número 225 de la encíclica:
"La naturaleza está llena de palabras de amor, pero ¿cómo podremos escucharlas en medio del ruido constante, de la distracción permanente y ansiosa o del culto a la apariencia?. Muchas personas experimentan un profundo desequilibrio que las mueve a hacer las cosas a toda velocidad para sentirse ocupadas".
Tiempo para la reflexión. Releer el texto e interrogarme si yo de ese grupo de personas.
Lector 3
El Padre Faustino supo escuchar la naturaleza. Se detuvo y observó las plantas, supo descubrir en cada planta el amor de Dios en ellas. Dedicó horas de su vida a descubrir en las plantas las propiedades medicinales. Así nacieron sus específicos Míguez o medicinas que el iba elaborando a base de plantas, para curar distintas enfermedades. Decía de las plantas: Dios puso en la naturaleza el remedio para los males.
Lector 2
Reflexión:
Soy consciente de mi ritmo de vida. ¿Vivo atropelladamente? ¿Necesito buscar medios para recuperar una armonía serena?.
Nos tomamos un tiempo para hacer un ejercicio de escucha de la naturaleza.