Al ritmo del latido del Padre Faustino, él dijo SI al bien.
En esta mañana hagamos un silencio en nuestro corazón, y sintamos como late en él nuestros deseos de paz.
Tengamos una plegaria a nuestro Dios pidiendo por la paz en nuestra tierra. Ofrezcamos siempre nuestras manos para construir paz y nunca destrucción.
(hacemos un momento de silencio)
Se lo pedimos al Padre Faustino.
Decimos juntos:
¡Te damos gracias, Padre de amor y misericordia,
porque hiciste del Beato Faustino
un camino de evangelio desde el servicio
a los niños y jóvenes,
a la promoción integral de la mujer
y al necesitado de la salud del amor.
Haz que, imitando su ejemplo,
sepamos hacer de nuestra vida
una entrega incondicional
a los humildes y pequeños
en el seguimiento de tu Hijo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo ....