Lector 1:
Reflexión:
El Padre Faustino, dijo SI a todo lo bueno que brotaba de su corazón y que procedía del latido que Dios ponía en él. Ofreció sus manos a Dios para ser un cuidador de la obra que
Dios ha creado; es las manos de Dios para el que vive a su lado buscando siempre hacerle el bien.
Haz silencio en tu corazón y escucha el latido con el que Dios te está acompañando.
¿Qué cosas buenas percibes estás escuchando?
¿Eres capaz de poner en práctica esas cosas buenas que resuenan en tu interior?
(tiempo de silencio y reflexión)
Pedimos al Padre Faustino nos enseñe a escuchar el latido de Dios en nuestro interior y nos dé fuerza para poner en práctica todo lo que nos lleve a hacer el bien.
Decimos juntos:
¡Te damos gracias, Padre de amor y misericordia,porque hiciste del Beato Faustino
un camino de evangelio desde el servicio
a los niños y jóvenes,
a la promoción integral de la mujer
y al necesitado de la salud del amor.
Haz que, imitando su ejemplo,
sepamos hacer de nuestra vida
una entrega incondicional
a los humildes y pequeños
en el seguimiento de tu Hijo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo ....