Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro.
Jesús,
Hoy te pido muy especialmente por mis maestros.
Bendícelos siempre para que nunca se cansen de enseñarme.
Quiero aprender de ellos a rezar mejor. Ellos me enseñan a amarte cada día más.
A veces me cuesta comunicarme Contigo, no encuentro las palabras, no sé qué decir y mis maestros siempre están ahí para ayudarme. Ellos me enseñan que en el silencio de mi corazón te encuentras Tú para escucharme.
Me pongo en tus manos y te doy gracias por mis maestros, te pido perdón por las veces que me he portado mal con ellos y te ofrezco todo mi amor para que ellos sean felices.
Te lo pedimos, Señor.
Juntamos nuestras manos y rezamos....
Aquí estoy Padre Dios....
Cantamos todos muy alegres....
Nos despedimos
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San José de Calasanz, ruega por nosotros....
San Faustino , ruega por nosotros…
Beata Victoria, ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén