ENSÉÑAME A SER GENEROSO COMO SAN MARTÍN
a dar sin calcular,
a devolver bien por mal,
a servir sin esperar nada a cambio,
a acercarme al que menos me agrada,
a hacer el bien al que nada puede retribuirme,
a amar siempre gratuitamente,
a trabajar y esforzarme por los otros.
Y, al no tener otra cosa que dar,
a darme en todo y cada vez más
a aquel que necesita de mí
esperando sólo de Tí la recompensa.
O mejor: esperando que Tú mismo
seas mi recompensa.
San Martiño, ruega por nuestra diócesis,
y enséñanos a ser generosos como tú.