Nos preparamos: Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro.
Sentimos cómo en nuestros corazones también ha nacido, como una buena noticia, una gran ilusión, un gran Amor.
Abrimos los ojos poco a poco, nos damos las manos y todos juntos decimos:
“Gracias, Jesús, por nacer en mí."
Rezamos juntos:
Aquí estoy Padre Dios....
Nos despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros…
Beata Victoria, ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén