9 de marzo de 2018

ESTOY DISPUESTO A SER TUS MANOS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Lector 1:
Lectura de la 1ª Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 
A cada uno el Espíritu Santo se le manifiesta para provecho común: a uno se le concede por el Espíritu palabra de sabiduría, a otro palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a uno fe en el mismo Espíritu, a otro don de curaciones en el único Espíritu; a uno poder de obrar milagros, a otro profecía, a otro discernimiento de espíritus; a uno diversidad de
lenguas, a otro interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las realiza el mismo y único Espíritu, que las distribuye a cada uno según quiere. 
Palabra de Dios.
Lector 2:
Reflexión sobre el texto de San Pablo:
Cada uno de nosotros tenemos unos dones diferentes. Los dones que cada uno tenemos son complementados por los que poseen los demás. Juntos sumamos siempre que los
pongamos al servicio de los demás.
San Faustino eso hizo en su vida. 
¿Qué dones tengo?
¿Qué hago con ellos?
¿Qué tendría que hacer con ellos?
       (pausa, tiempo de reflexión) 

Se entrega a cada uno dos siluetas de papel 

Lector 1:
En la primera silueta escribimos entre cinco y siete nombres de los miembros de nuestra familia o de nuestros amigos. En la segunda entre cinco y siete nombres de miembros del colegio (compañeros, personal del colegio)
 (tiempo de silencio para que cada uno pueda escribir sus siluetas)

Lector 2:
Ahora os invito a que agradezcamos a Dios los dones que cada una de esas persona tiene. Le damos gracias a Dios por el bien que cada una nos hace, por el bien que cada una aporta a esta sociedad ...
Pedimos también a Dios por cada una de esas personas. 
                   (tiempo para la oración personal por esas personas)
Lector 1:
Terminamos recitando juntos:
Señor, me llamas a vivir en comunidad.
Y quieres que, como san Faustino, edifique la comunidad.
Me quieres en comunión con los otros, no para estar mejor,
ni ser más fuerte, sino para que sea yo mismo.
La comunidad es fuerte si espera.
La comunidad es verdadera si ama.
La comunidad es santa si cada uno es santo.
Ser comunidad es existir para los demás.
Es encontrarse con los otros.
Es rezar con ellos.
Es dar muestras de la propia esperanza.
Solo así pondremos en tus manos a los que más lo necesitan.
Sólo así podremos sostenerla y cuidarla, como hizo san Faustino.
Amén
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo ....
        (pegamos la silueta al lado del cartel mientras cantamos)