Dios está aquí, contigo.
Juntamos nuestras manos y rezamos:
Gracias María,
porque fuiste una mujer
valiente y arriesgada,
gracias por no tener miedo,
te fiaste de Dios
y te dejaste llenar por su espíritu,
gracias por decir sí a la vida,
por decir sí a Jesús.
Cantamos juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros…Beata Victoria, ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén