Os invito a en este primer día de clase del año hacer una oración por la PAZ y a la vez comprometerme a que lo haga vida a lo largo de todo el año. Decimos juntos:
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
(tiempo de silencio y reflexión. Volver a leerla en silencio y quedarme con una expresión que recuerde a lo largo del día)
Que a lo largo del año, recite varias veces esta oración y lo más importante la haga vida con mi vida.
(tiempo de silencio y reflexión. Volver a leerla en silencio y quedarme con una expresión que recuerde a lo largo del día)
Decimos juntos la oración que Jesús enseñó a sus discípulos: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre ....