Ayer celebramos el día de Pentecostés. Escuchamos el relato que nos narra el libro de los Hechos de los Apóstoles sobre el origen de esta Fiesta:
"Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse".
Recitamos juntos:
Dios Espíritu Santo,
Señor y dador de vida.
Te pedimos por tantos hermanos que sufren.
Te pedimos por esas vidas humanas
que luchan contra la miseria y esperan solidaridad.
Padre de los pobres,
infunde, tu paternidad en todos nosotros
para que vivamos como hermanos,
y alcancemos así la plenitud de vida,
en la comunión fraterna,
en Cristo, nuestro hermano.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén