4 de febrero de 2020

LA MIRADA EN JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

El pasado domingo, día 2, celebró la Iglesia el día de la Vida Consagrada. El Papa Francisco en la homilía de este día tuvo palabras para estas personas que como él tienen la mirada en Jesús, de quien aprenden a vivir de un modo diferente: para servir.

Dice el Papa, "También vosotros consagrados habéis visto el tesoro que vale más que todas las riquezas; habéis dejado cosas preciosas, como los bienes, como formar una familia. ¿Por qué lo habéis hecho?, porque cautivados por su mirada, acogisteis el don del Señor con los brazos abiertos. Por eso os invito a saber ver la gracia recibida en la vocación a la vida consagrada".
De ordinario, pasamos al lado de estas personas y no nos sentimos interpeladas por ellas; hoy hacemos un alto en el camino, nos detenemos, para pensar en la mirada de estas personas que cada día nos encontramos en el colegio, en la calle, en ...  ¿percibimos de ellas que han encontrado ese tesoro que es Jesús?. ¿veo la gracia de haber recibido esa vocación?.
                         tiempo para la reflexión orante
Tal vez seáis alguno de vosotros, en las siguientes fotos alumnos de 4º de ESO felicitando la Navidad a las consagradas de nuestro colegio. Los reciben en su propia sala de estar


  Alguna vez me he planteado que ellas forman parte de mi vida, de mi crecimiento como persona; ellas son el empuje de nuestro colegio por eso hoy se merecen nuestro reconocimiento ante nuestro Dios y por ellas elevamos una oración. Decimos juntos:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, 
vida, dulzura y esperanza nuestra. 

Dios te salve. 

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, 
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. 

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, 
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, 
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. 

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, 
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Madre Divina Pastora, RUEGA POR NOSOTROS