En 1917, la Virgen se manifestó a tres niños de corta edad: Lucía, de diez años, Francisco, su primo, de nueve años, un niño tranquilo y reflexivo, y Jacinta,
hermana menor de Francisco, muy vivaz y afectuosa.
Tres niños campesinos muy normales, que no sabían ni leer ni escribir, acostumbrados a llevar a pastar a las ovejas todos los días. Niños buenos, equilibrados, serenos, valientes, con familias atentas y premurosas.
Los tres habían recibido en casa una primera instrucción religiosa, pero sólo Lucía había hecho ya la primera comunión.
Cada mañana los tres primos se encontraban con su pequeño rebaño y pasaban el día juntos en campo abierto ...
... El 13 de mayo era domingo anterior a la Ascensión. Lucía, Jacinta y Francisco habían ido con sus padres a misa, luego habían reunido sus ovejas y se habían dirigido a Cova da
Iria, un pequeño valle a casi tres kilómetros de Fátima, donde los padres de Lucía tenían un cortijo con algunas encinas y olivos.
Iria, un pequeño valle a casi tres kilómetros de Fátima, donde los padres de Lucía tenían un cortijo con algunas encinas y olivos.
Aquí, mientras jugaban, fueron asustados por un rayo que surcó el cielo azul: temiendo que estallara un temporal, decidieron volver, pero en el camino de regreso, otro rayo los sorprendió, aún más fulgurante que el primero. Lucía lo describe así:
"A los pocos pasos, vimos sobre una encina a una Señora, toda vestida de blanco, más brillante que el sol, que irradiaba una luz más clara e intensa que la de un vaso de cristal lleno de agua cristalina, atravesada por los rayos del sol más ardiente. Sorprendidos por la aparición, nos detuvimos. Estábamos tan cerca que nos vimos dentro de la luz que la rodeaba o que ella difundía. Tal vez a un metro o medio de distancia, más o menos...
La Señora habló con voz amable y pidió a los niños que no tuvieran miedo, porque no les haría ningún daño. Luego los invitó a venir al mismo sitio durante seis meses consecutivos, el día 13 a la misma hora, y antes de desaparecer elevándose hacia Oriente añadió: "Reciten la corona todos los días para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra".
Rezamos hoy a María pidiéndole por la paz.
La paz en nuestras vidas:
Dios te salve María, llena eres de gracia
El Señor es contigo,
bendita tu eres entre todas las mujeres,
-Santa María Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte,
Amén.
La paz en nuestro país:
Deus te salve, María, chea es de gracia, o Señor é contigo.
Bendita ti sexas entre tódalas mulleres, e bendito é o froito do teu ventre, Xesús.
Santa María, Nai de Deus,
Prega por nós pecadores, agora e na hora da nosa morte.
La paz en el mundo entero:
Hail Mary, full of grace, the Lord is with thee.
Blessed are thou among women, and blessed is the fruit of thy womb, Jesus.
Holy Mary, Mother of God,
Pray for us sinners, now and at the hour of our death.
Compromiso para el día de hoy: Hagamos una visita personalmente a cualquier hora del día a la Virgen en el santuario de Fátima.