3 de mayo de 2020

JESÚS MIRAME

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Lector 1
Del evangelio de Mateo 
Pasando Jesús junto  al lago de Galilea, vio a dos hermanos,a Simón, al que llamaban Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: -«Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. 
Palabra de Dios
Lector 2
Hay llamadas que tienen mucha fuerza. Llamadas que uno no se puede quitar de la cabeza; que nos ayudan a superarnos y ser.
Una llamada compasiva hace maravillas en los pequeños detalles. Llamadas que entran por los oídos y acaban en el corazón…

Jesús llama así. Y es que el amor transforma aquello que mira. A los pescadores de Galilea Jesús les mira como nadie les había mirado nunca. Y tanta fuerza debió de tener aquel encuentro que, cautivados por Él, dejaron barca, redes y padres. En Jesús encontraron lo que su vida necesitaba… Sigue habiendo cristianos que han hecho de Jesús el centro de su vida. Son los religiosos y misioneros. Han quedado cautivados por la mirada de Jesús. De Él reciben amor y por Él entregan amor a los demás. 
¿Alguna vez has pensado que tú también puedes ser uno de ellos?
Recitamos Juntos:
Jesús: Tienes algo especial. 
Lo sé desde que te conocí desde pequeño.
Lo veo en las personas que lo han dejado todo y te han seguido.
Me impresiona su felicidad y la generosidad con que se entregan.
Y esto sólo puede ser posible porque los amas mucho,
 los atraes al amor tan especial que Tú das…
Quiero amarte como ellos, y repartir amor a manos llenas
 sobretodo a los más necesitados de él.
Como a Pedro, Andrés, Santiago y Juan,
 y a tantos hombres y mujeres en la Historia, 
llámame también a mí,
 pronuncia mi nombre y dame fuerzas para dejarlo todo.
Ayúdame a hacer de ti el centro de mi vida.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.....