2 de mayo de 2020

MARÍA, NUESTRA PASTORA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Lector 1
La vocación de la virgen María es la llamada de Dios, la elección por parte de Dios que quiere sea Madre de su Hijo: Dios llama a la virgen María haciendo que sienta en su interior la visita de un ángel que le dice:  No temas María, que gozas del cariño de Dios. Concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús. María respondió, ¿Cómo sucederá eso pues yo ...?.
El ángel le respondió: nada es imposible para Dios,  y María contesta: He aquí la esclava del Señor" 

Lector 2
El sábado, cuarto sábado de Pascua, celebramos a María bajo la advocación de Pastora. La Mujer que cuida de nosotros como aceptó cuidar de Jesús. En sus palabras de "esclava del Señor" nos manifiesta que ella no rehuye ningún sacrificio que lleve a amar a los demás.
En este día le pedimos que nos enseñe a ser valientes, como Ella, a responderle a Dios en la vocación a que a cada uno nos llame.
Pedimos su protección diciendo juntos: Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo ...
Lector 3
Nosotros celebramos la advocación de la Divina Pastora porque Ella quiso ser la protectora de nuestros colegios. La congregación a la que pertenecemos lleva en el nombre de "Hijas de la Divina Pastora". A esta Pastora le decimos juntos:
Divina Pastora, Madre mía,
yo hija/o  tuya/o me ofrezco a tí
y te consagro para siempre
todo lo que me queda de vida.
Mi cuerpo con todas sus miserias,
mi alma con todas sus flaquezas,
mi corazón con todos sus afectos y deseos.

Todas mis oraciones, trabajos, amores,
sufrimientos y combates;
en especial mi muerte con todo lo que le acompañe,
mis últimos dolores y mi última agonía.

Madre, acuérdate de esta/e  tu hija/o
y de la consagración que te hace.

Y si yo, vencida/o por el desaliento y la tristeza,
llegara alguna vez a olvidarme de tí,
te pido por el amor que tienes a Jesús
me protejas como hija/o tuya/o
hasta que esté contigo en el cielo. Amén
Para finalizar cantamos juntos: