En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Vamos creando ambiente de silencio interior para facilitar el encuentro con Dios en nuestro interior, en el día que celebramos los fieles difuntos.
En estos momentos que estamos viviendo, todos conocemos personas que están padeciendo la pérdida de algún ser querido. Tal vez percibamos en alguno de ellos, dolor, cansancio, inseguridad, tristeza, rabia, impotencia ... Deseamos para cada uno paz, luz e impulso, lo mismo que lo deseamos para nosotros. También queremos presentárselo a Dios, porque nos invita a estar con Él y presentárselo.
A continuación, leemos unas palabras que nos dice Jesús con las que nos invita a ir a Él:
Del evangelio de San Mateo:
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»
Palabra de Dios.
Reflexión Personal:
En silencio, pienso en cosas que he perdido: compañeros que he tenido el año pasado, mi habitación, una cosa que tenía un significado especial para mi, un ser querido que ha fallecido, ...) . Pienso en los sentimientos que me produce esa pérdida ...
tiempo de reflexión personal
Terminamos presentando a Dios nuestros sentimientos, y los sentimientos de aquellas personas que queremos y están sufriendo la pérdida de algún ser querido. Decimos juntos:
Padre nuestro, que estás en el cielo
santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino
hágase tu voluntad en la tierra ....