9 de diciembre de 2020

AGUA PARA EL CAMINO

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén 

"En aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:

«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré".

En esta segunda semana de Adviento hemos metido en nuestra mochila para este viaje hacia el pesebre de Belén, una botella de agua para el camino. 

El agua, símbolo de la purificación; nos limpia, nos purifica, calma nuestra sed ... 
En este camino hacia Belén, pensemos de que nos tenemos que limpiar; qué cosas de nuestra vida necesitan ser lavadas. Pensemos también en la sed que tenemos. Tal vez alguno de nosotros necesitamos calmar la sed de la enfermedad dentro de nuestra familia, de las ansias por perder el trabajo, ...
     Tiempo de reflexión y silencio para entrar dentro de nosotros y percibir de que tenemos sed.

Si nos sentimos cansados o agobiados en este camino, pongamos la mirada en el cielo y pidamos ayuda a nuestro Dios, recitando juntos las palabras que Jesús nos enseñó: 
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre ...
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén