15 de febrero de 2013

ENTRA EN EL DESIERTO DE TU VIDA


In the name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit. Amén

Jesús tuvo su cuaresma en el retiro del desierto. A él se retiró para tratar de ver con más claridad lo que el Padre esperaba de él. Es difícil que Dios hable entre el bullicio, cuando tenemos la mente llena de preocupaciones ajenas al plan de Dios. Por eso la Cuaresma debe ser un espacio de mayor reflexión, silencio interior y discernimiento. Por eso la conversión no depende, ni consiste, en lo que yo crea que debo hacer, sino en lo que Dios me pide. Por eso hay que “escuchar”. Se trata de poner un poco más de paz y orden en nosotros mismos, haciendo que nuestros pensamientos, nuestros deseos, y nuestras actitudes estén más en sintonía con el evangelio, y con mayor decisión en el seguimiento de Cristo. 

No es un tiempo de grandes penitencias, ni grandes sacrificios, sino de grandes o pequeñas superaciones de nuestras perezas para servir mejor al Reino de Dios, en  la fraternidad, la compasión, la solidaridad y la justicia.
(SILENCIO)
Recitamos juntos:
Voy contigo, Jesús,
Al desierto de mi vida.
En Ti encontraré la fuente que 
        sacia la sed de felicidad.
        La túnica que protege del calor.
        La luz que guía en la oscuridad.
        La alegría que vence el desánimo.

Lo que hemos expresado en esta pequeña oración,  le pedimos a Jesús nos fortalezca para que se haga realidad en nuestras vidas. Decimos juntos:  Padre nuestro, que estás en el cielo ….
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo …
In the name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit. Amén