In the name of the Father,
and of the Son, and of the Holy Spirit. Amén
Del Evangelio según Marcos 6,7-13
Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.» Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.» Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Y llama a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas.» Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos.» Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Palabra de Dios
En el texto del evangelio de hoy hemos
leído los cuatro puntos básicos que debían animar la actitud de los misioneros
y de las misioneras que anunciaban la Buena Nueva de Dios en nombre de Jesús:
hospitalidad, comunión alrededor de la mesa, compartir con los excluidos y
acogerlos. Una vez que hubiesen cumplido con esas cuatro exigencias, tenían que
gritar a los cuatro vientos: “¡El Reino ha llegado!” Pues el Reino de Dios que
Jesús nos reveló no es una doctrina, ni un catecismo, ni una ley. El Reino de
Dios acontece y se hace presente cuando las personas, motivadas por su fe en
Jesús, deciden vivir en comunidad para, así, dar testimonio y revelar a todos
que Dios es Padre y Madre y que, por consiguiente, nosotros, los seres humanos,
somos hermanos y hermanas.
Pedimos al Señor en esta mañana envíe a
nuestro mundo y nos dé a nosotros la fuerza necesaria para ser en nuestra
sociedad misioneros y misioneras; se lo pedimos confiándoselo a María nuestra
madre del cielo: Dios te salve María, llena eres de gracia el Señor es contigo ….
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo.