Recitamos por filas (cada estrofa, una fila)
Venid a Mi
Los que estáis arruinados,
los que habéis fracasado
ante los demás y ante vosotros,
los que sólo portáis miseria,
los que no valéis para quienes seleccionan
ni contáis para quienes mandan,
los olvidados fuera de las campañas,
los que sólo recibís golpes,
los últimos, los nadie de la historia...
venid a mí, que quiero cobijaros
a la sombra de mis alas.
Los marginados de todo lo bueno,
los humillados por uno u otro motivo,
los sin recursos humanos y económicos,
los que os tenéis que vender a cualquier precio
y sois moneda devaluada en todo momento,
los que os habéis quedado sin techo,
los que solo tenéis deudas y desahucios,
los cansados y agotados de vivir
y de escuchar siempre lo mismo...
venid a mí, que soy vuestro refugio,
y me complace vuestro descanso.
Todos lo que sentís la vida,
día a día, como una pesada carga:
los rechazados,
los perseguidos,
los olvidados,
los excluidos,
los extranjeros, ...
los que sólo tenéis seguro que sois pobres,
gente sin voz, sin prestigio, sin nombre...
venid a mí, descargad vuestros fardos.
Sea cual sea tu condición, ¡VEN A MI!
(hacemos un momento de silencio)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo ...
Celebra la Iglesia hoy la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia.La devoción está dirigida a la persona de Nuestro Señor Jesucristo y a su amor no correspondido, representado por su Corazón.
Correspondémosle hoy nosotros sacando un momento del día para recitarle la oración que sigue: