14 de octubre de 2014

LA ALEGRÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Lector 1:
Del evangelio de San Lucas
En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido ... Y volviéndose a sus discípulos, les dijo "¡dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis!".
Palabra de Dios

Lector 2:
Este pasaje del evangelio que acabamos de escuchar es el centro del mensaje del papa Francisco para esta jornada del Domund. Se nos habla de la alegría de Jesús. Es una alegría que viene del cielo, del Espíritu Santo; es una alegría que proviene de conocer a Dios, "Señor del cielo y de la tierra", como Padre de todos.
Los discípulos de Jesús, nosotros, estamos llamados a hacer renacer esta alegría. Hagámonos pequeños, como tantos misioneros que al encontrarse con Jesús, están siendo sus apóstoles.  
(tiempo de silencio y reflexión)
Recitamos juntos:
Virgen y Madre María,
ayúdanos a decir nuestro "sí"
ante la urgencia,
de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.

Intercede por la Iglesia,
para que nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por la actividad misionera.                                

Ayúdanos a resplandecer
en el testimonio de la comunión,
de la fraternidad y la solidaridad,                                         
de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra

Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros. Amén.

María, reina de las Misiones,   ruega por nosotros.