24 de septiembre de 2015

VIRGEN DE LA MERCED, RUEGA POR NOSOTROS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Hoy celebramos la Virgen de la Merced, esta fiesta es muy especial para todo el personal que forma parte de los centros penitenciarios;  es su patrona.
Es un día especial en el que se nos invita a tomar conciencia del significado de tener a María como patrona en un lugar en el que nos parece que no se puede hablar de "fiestas" teniendo en mente lo que significa para nosotros estar de fiesta.
La cárcel es un lugar donde faltan los sentimientos o se desbordan. El sentimiento religioso de acogida y de cercanía del Padre Dios y de la Madre María son algo mucho más fuerte que un sentimiento, es proponer la reflexión de lo que significa estar privados de libertad.  La figura de la Virgen María como esclava del Señor (así se define ella), nos puede ayudar a vivir nuestras esclavitudes con la fe puesta en Dios como lo hizo ella.
Tengamos un recuerdo en este día para los rostros, para muchos de nosotros anónimos, de las personas que hoy se encuentran privadas de libertad.

Pensamiento: "Estoy convencido de que cuesta menos tiempo, dinero y trabajo, prevenir a cincuenta personas que sacar a una que haya caído".


Nos dirigimos a la Madre en el día de hoy, recitando juntos:
Madre, ayúdame a descubrir 
el rostro pobre de tu hijo 
en los marginados y 
vagabundos, 
en los obreros sin trabajo, 
en los presos 
sufriendo su pena, 
en los jóvenes drogadictos, 
en los enfermos de Sida 
discriminados, 
 y en tantos otros 
que a diario claman: 
 ¡Dignidad, respeto, fraternidad! 
Madre, 
quiero servir junto 
a Ti y cantar contigo 
al Dios que libera y da la vida. 
Acompañarte hoy 
por este mundo sufrido 
del lado de los que sufren, 
de los que piden, 
de los que esperan 
y de los que trabajan 
por un mundo más humano 
y más hermano asentado 
en la justicia y el amor.
Madre de los pobres. 
Muéstranos 
el camino del Reino, 
fortalece nuestras opciones, 
acrecienta nuestra esperanza, 
para que nuestras vidas 
sean testimonio transparente 
de nuestra fe 
en el Dios de la Vida
                                        Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...