Nos preparamos:
Haz un momento de silencio.
Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro.
Un niño misionero sabe que su
persona es más
necesaria que su dinero.
Jesús, dame tu valor para que yo
pueda ayudar siempre a todos.
Que sea valiente y esté siempre allí
donde más me necesiten:
en mi casa, con mis padres y
hermanos; en el cole, con mis amigos
y compañeros. Quiero ser generoso,
aunque sé que esto cuesta mucho.
Ayúdame.
Rezamos Juntos:
Aquí estoy Padre Dios ….
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
Beata Victoria, ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.