Nos preparamos:
Haz un momento de silencio.
Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro.
Oramos:
Dios Padre, sé que los que han dejado este mundo y se han ido contigo están muy contentos a tu lado.
Me da pena cuando veo tristes a los mayores.
Cuídales el corazón, para que les duela poco la separación de las personas que se van contigo para siempre. Te lo pedimos, Señor.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...