Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro.
Fíjate en la imagen.Las montañas son
preciosas. Están llenas de vida, de animales y plantas. Lo mejor es caminar en
ellas, descubrir sus rincones y subir a la cima… Jesús nos anima a subir en
nuestra vida, a hacernos más altos y más grandes de corazón.
Rezamos juntos:
Jesús, gracias por
ayudarnos a caminar y a subir.
Jesús, gracias por
llevarnos de tu mano.
Terminamos cantando juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros…Beata Victoria, ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén