Nos preparamos:
Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro.
El desierto no es malo ni feo. Hay grandes y preciosos desiertos en nuestro mundo y en ellos también se esconde belleza. Lo más divertido es comprobar que cuando andamos por el desierto, nuestras huellas se van quedando marcadas en la arena… Es bonito ver que hacemos juntos el camino.
Rezamos juntos:
Jesús, gracias por caminar junto a nosotros.
Gracias por hacer que el desierto sea bonito a tu lado.
Oración de la mañana:
Aquí estoy Padre Dios ….
Terminamos cantando juntos la canción:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros…Beata Victoria, ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén