Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo. Empezamos con un vídeo: muy atentos.
Señor Jesús, buen pastor, que me cuida y me conoce, me llama por mi nombre. Quiero ser tu amigo, escucharte y seguirte. No permitas que me pierda, protégeme de todo mal.
Rezamos juntos:
Aquí estoy Padre Dios....
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.