Dios está aquí, contigo.
¡Buenos
días, María!
Al levantarnos, decimos “hola” a nuestra mamá, con un beso. También queremos aprender a saludarte, pero no sabemos bien cómo hacerlo. Hay unas palabras que son el mejor saludo. Un saludo que dice que fuiste muy obediente a Dios y así, su Hijo, Jesús, se hizo hombre como nosotros,
y pudo decirnos que Dios nos quiere mucho.
Un saludo que te llama “bendita”, porque tú has traído vida
y alegría para todos. Nosotros, lo recordamos y rezamos muchas veces. Ahora, desde el fondo de nuestro corazón, te lo decimos rezando: