24 de enero de 2019

PARTIR EL PAN

In the name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit. Amen

Lectura del evangelio de San Lucas
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, (...) Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?»… «Lo de Jesús el Nazareno… cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para
que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos días que sucedió esto…
Entonces Jesús les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas… 
Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». Y entró para quedarse con ellos.
Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero Él desapareció. Ellos comentaron: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?» Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén… Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Reflexión:
Cuando Jesús partió el pan en la posada de Emaús, a los dos discípulos se les abrieron los ojos y “sintieron arder su corazón”. Dios está en el pan partido y compartido, y el compartir ha sido siempre una señal para reconocer a los cristianos.
La mejor noticia para nuestro mundo, y donde lo reconoceremos también hoy, es la vida que se ofrece, el tiempo que se dona, los bienes que se comparten…

Recitamos juntos:
Señor, enséñanos a ser pan, a ser buen
pan, a ser pan partido y repartido entre
todos, especialmente, a ser pan para los
pobres. Sobre todo, que sepamos acoger
el que ellos nos ofrecen. Que mutuamente
nos brindemos el signo de compartir
como lugar donde tú estás. Amén.


Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre ....
Gloria al Padre, al Hijo y al espíritu ....
CRISTO HA RESUCITADO ¡ALELUYA, ALELUYA!