9 de mayo de 2019

DIOS SUEÑA PARA MI ...

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 
Lector
Nuestra protagonista se llama Antonia M.ª Hernández, una joven trujillana –Cáceres– que sintió desde muy niña deseos de consagrarse a Dios, con las religiosas con las que estudiaba, pero que no pudo ser porque su padre se lo prohibió.
Pasan los años y la joven Antonia se casa, pero ni ella olvidó el amor primero ni Dios abandona los sueños de sus hijos. Le duele a ella que todas aquellas jóvenes que querían consagrar sus vidas a Dios tuvieran que luchar con sus propios padres –por la oposición de estos a que ingresaran en un convento, como le sucedió a ella, y sigue sucediendo aún–. Así que comienza en la parroquia a dar catequesis y consagra su vida por medio de la catequesis a ayudar tanto a la formación cristiana como a trabajar con los jóvenes a facilitarle los sueños de Dios...acompañándoles y ayudándoles en el discernimiento de su vocación.
Pero lo que Dios sueña, antes o después se hace realidad; así, lo que comenzó como un deseo de ayudar a tejer sueños vocacionales, termina siendo la congregación religiosa de las Hijas de la Virgen de los Dolores, cuyo fin es ayudar a los jóvenes a descubrir cuál es la vocación a la que Dios los llama, para que ningún sueño del Padre se quede sin realizar. 

Nadie dijo que ‘los caminos de Dios’ son fáciles; de eso saben bien todos los que han querido vivir su vocación. Pero todos ellos son testigos indiscutibles de la fidelidad de Dios. Él no desiste de sus sueños, por eso, nosotros tampoco debemos abandonarlos ...
— ¿Has pensado que Dios tiene un sueño para ti...?
— Trabájalo, rézalo, cuídalo... realízalo

Decimos juntos:
Te pedimos, Señor, por todos los que acompañan el camino vocacional de los jóvenes. Dales un corazón como el tuyo que sepa acoger, acompañar, corregir y hacer crecer el sueño vocacional que tú has puesto en ellos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de las vocaciones. Amén.
Dios te Salve María, llena eres de gracia, el Señor ...