Te damos gracias Señor por la fe que nos ha mostrado Madre Victoria, le pedimos a ella nos conceda la gracia de parecernos a ella. Recitamos juntos su oración:
Señor, Padre nuestro,
Tú que concediste a M. Victoria
la gracia de entregar su vida por Cristo
al servicio de la Iglesia en el Instituto Calasancio,
y la fortaleciste para permanecer
siempre fiel en su seguimiento
y aceptar generosamente la prueba del martirio,
ayúdanos en nuestra debilidad
para que también nosotros, como ella,
permanezcamos firmes en la fe
y dispuestos a entregar la vida por los demás.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.