23 de marzo de 2020

EL SEÑOR HIZO MILAGROS EN MI FAVOR


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La primavera no lo sabía, nos va repitiendo la poetisa. Hay tantas cosas que no sabemos y al igual que en el poema la primavera sigue su ritmo, dando vida, hasta llegar al verano, nuestras actitudes lo que está naciendo en mi tampoco se detiene.

Iniciamos una nueva semana, hemos vivido la primera semana que nadie hemos programado, que a nadie se nos pudo ocurrir que la viviríamos y seguro que en nuestro interior empezaron a brotar lo que en nuestro corazón estaba dormido. 

Os invito a hacer una respiración profunda; ... pararnos como nos invita la poetisa; entrar dentro y elevar un canto de acción de gracias desde el interior al Dios que nos acompaña. Pensar en esas cosas que he vivido en la primera semana no programada y dar gracias a Dios por haberme dado la posibilidad de descubrir vida que no había valorado hasta este momento.

Se pongo nombre a esas cosas y doy gracias a Dios por ellas. 
                                  tiempo para la reflexión

El Señor me dio una familia, ¡qué regalo!
Repiten mi nombre con cariño, con paciencia y esperanza,
y me hacen crecer porque me aman.

El Señor me dio la fe y una comunidad de hermanos. ¡Puro don!
Mi Dios me pone nombre nuevo y de Él escucho palabras nuevas
y ojos nuevos para ver la luz que permanece, que transforma,
porque me ama y yo quiero amarlo.

El Señor me dio su Espíritu
en el regalo de su Hijo, ¡qué generosidad!.
Me llena de vida nueva,
anuncio de vida eterna  por amor.

El Señor hizo milagros en mi favor:
el milagro de la vida y de la fe,
el milagro de la gracia y del Espíritu,
el milagro del amor.

Siempre que hay amor es un milagro,
siempre que hay amor, sonríe Dios.
Salir de sí y acercarse al otro, es milagro.
Olvidarse a sí y dedicarse al otro,  es milagro.
Perdonar y no vengarse, es milagro.

“El Señor hizo milagros en mi favor”
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.