Lector 1:
Hoy, en esta mañana nos ponemos en la presencia de Dios y nos unimos a los que a lo largo del día de hoy van a bendecirlo con el salmo:
Recitamos Todos:
Recita la Fila de la ventana:
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
Recitamos Todos:
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
Recitamos Todos:
Recita la fila siguiente
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias.
Recitamos Todos:
Recita la fila del armario
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles
y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
No dejes pasar de largo este momento, invoca personalmente al Señor ... no dudes, ¡él te escucha!.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Recita la fila siguiente
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias.
Recitamos Todos:
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles
y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
No dejes pasar de largo este momento, invoca personalmente al Señor ... no dudes, ¡él te escucha!.
(tiempo para la reflexión)
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo ...