Si a noche no miraste el firmamento, te invito a que lo hagas hoy; que lo hagas muchas veces. No te canses de mirar al cielo y, mientras brille en nuestro cielo alguna estrella, no te rindas, no te canses de vivir, nos va a decir el canto. Y eso es a lo que os invito cada día; y es un convencimiento que nos tiene que unir a todos, porque la unión es la que hace la fuerza, y entre todos tenemos que conseguir que en nuestros ojos brille el "bien". En este momento, muy difícil, que estamos viviendo os invito a uniros al canto y sentir que el optimismo que nos contagia, nos da fuerzas para seguir acogiendo las sorpresas de cada día con el corazón cargado de Vida:
En nuestra oración hoy, seguimos confiando a María nuestras inquietudes y deseos de esta jornada, diciéndole juntos:
Oh María,
tú resplandeces siempre en nuestro camino
como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti,
Salud de los enfermos,
que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos,
sabes de qué tenemos necesidad
y estamos seguros que proveerás,
para que, como en Caná de Galilea,
pueda volver la alegría y la fiesta
después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre Divina Pastora, y del Divino Amor,
a conformarnos a la voluntad del Padre
y a hacer lo que nos dirá Jesús,
quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos
y ha cargado nuestros dolores para conducirnos,
a través de la cruz,
a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio,
Madre Divina Pastora.
No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba
y libéranos de todo pecado,
¡oh, Virgen gloriosa y bendita!.
Amén