En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Hace veinte días que celebramos la inauguración del curso escolar con una Eucaristía; en ella, se nos ha invitado a afrontar el reto de implicarnos en todas las tareas, tal como figura en el lema y la Palabra de Dios que iluminó la celebración. Esta recoge las enseñanzas de Jesús que dirige a sus discípulos, y que hoy también nos dirige a nosotros, que como sus discípulos necesitamos de aliento en la circunstancia que cada uno estamos pasando.
Ese aliento que nos empuja a ser lo que nos pide que seamos hoy en nuestro mundo "la sal de la tierra".
¿Cómo podemos ser hoy "sal de la tierra"?:consolando al que llora
ser un joven de paz, mediador, ...
promoviendo la justicia
manteniendo la calma ante los insultos, las injurias ...
... ¿Cómo más?. Entra dentro de ti y pon nombre a lo que tienes de implicarte
Pedimos a María, nuestra Madre y Pastora nos de fuerza cada día para implicarnos en todo lo que nos conduce al bien. Decimos juntos:
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo ....
Madre, Divina Pastora RUEGA POR NOSOTROS