En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Recitamos cada fila una estrofa
GRACIAS, ADVIENTO, POR SER FUENTE DE ESPERANZA!
Cuando la perdemos, tú nos la devuelves redoblada
Cuando nos elevamos demasiado,
nos haces valorar la pequeñez de cada persona
Cuando se cierran los caminos,
tú nos abres otros tantos senderos
¡GRACIAS, ADVIENTO, POR SER RIO DE ESPERANZA!
Cuando corren vientos de enemistad,
la proximidad de Jesús siempre ofrece una mano.
Cuando bajan aguas de tormenta,
la paz del cielo calma toda tempestad
Cuando se borra toda huella del infinito,
tu presencia nos hace buscar y mirar hacia la estrella.
¡GRACIAS, ADVIENTO, POR SER SURTIDOR DE ESPERANZA!
Si andamos perdidos, el Señor sale a nuestro encuentro
Si nos sentimos solos, Dios reconocerá nuestros nombres
Si nos encontramos sin horizontes, el Señor nos empuja hacia el futuro
Si no encontramos sentido a las cosas, el Espíritu nos ilumina con sabiduría
¡GRACIAS, ADVIENTO! ¡TE ESPERÁBAMOS!
Andamos escasos de esperanza y llenos de problemas
Ayúdanos a ser camino por el que venga Jesús
Ayúdanos a vigilar el gran castillo de nuestro corazón
Ayúdanos para allanar y acondicionar caminos torcidos
Ayúdanos para que, con María, recibamos al Grande que será pequeño