"Dijo Jesús a sus discípulos: Mirad, vigilad ... Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!".
Con estas palabras que corresponden al evangelio de ayer, con el que iniciamos el tiempo de Adviento, tiempo en que nos preparamos a la llegada de Jesús, iniciamos también esta semana.
Y, te invito a parar para prepararte para tal acontecimiento; para ello te propongo un símil: piensa en un viaje, “viaje hacia Belén”. Todos en grupo avanzaremos al pesebre de navidad… al hombro, nuestra mochila.Esta la preparamos llena de buenas actitudes, esfuerzo y mucho amor ya que nos va acompañar estas cuatro semana, que durará nuestro viaje:
Esta semana vamos meter en la mochila un
con el que aprendemos a ser responsables de nuestro trabajo. Cada vez que a lo largo de la semana coja entre mis dedos este sencillo instrumento de mi trabajo, que conecte en mi interior con el valor de la responsabilidad.
Responsabilidad en lo que hago, en lo que digo, en lo que utilizo, en lo que me planeo ...; haga lo que haga, diga lo que diga, compre lo que compre ... contribuya a constituir un mundo más humano.
Iniciábamos esta oración con la invitación de las palabras de Jesús a velar; es semana de estar en vela porque Dios es "Enmanuel" y está continuamente viniendo a nosotros. Vino ayer, VIENE HOY y vendrá mañana. No estamos abandonados en nuestro mundo gris. En cualquier momento, llama a nuestra puerta. Pero si estamos dormidos, no lo escucharemos; si salimos huyendo, si andamos en otras cosas (desquiciados, deshumanizados, ideologizados, descontrolados, polarizados...), no podrá encontrarnos. Sólo quien está en vela, puede descubrirle. No dejes pasar esta oportunidad.
Te invito a que, a lo largo de la semana, pases por el oratorio y dediques unos minutos a hablar con este Dios al que nos preparamos a recibir dentro de unos días.