Lector
¿De qué iba aquel sueño?
No me acuerdo. Me desperté sintiendo
una tímida misión a este mundo.
Eso es quizá nuestra vida presente:
pocas certezas, tanto interrogante,
falta de seguridad,
precariedad en todo...
Tú nos equipas con lo necesario:
pizca de amor cargada de energía,
misericordia que lo cambia todo,
cada día una nueva oportunidad.
Me haces saber que estoy aquí para algo.
Sin forzarlo, das un rumbo a mi vida:
una tímida misión a este mundo.
Breve silencio
Lector:
La experiencia de los sueños la tenemos todos. Escuchamos el sueño de alguien; que puede ser nuestro sueño.
Os animo a pensar en vuestros sueños y a pedirle a Dios que nos muestre como hacerlos realidad:
Decimos juntos el Ave María: Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. Jesús.
Santa María Madre de Dios ...