Todos tenemos amigos, y todos somos amigos.
Pero tenemos uno muy especial.....¡Jesús! Él ve todas nuestras debilidades y defectos y, aún así, nos acepta tal y como somos, y nos quiere muchísimo. Podemos confiar en ÉL, siempre está a nuestro lado.
Por eso le rezamos y le damos las gracias:
GRACIAS, JESÚS,
PORQUE ME HAS CONOCIDO Y ME AMAS
Jesús,
te doy gracias porque me conoces y me amas,
porque soy uno de tus amigos.
Yo también deseo conocerte bien,
sentirte a mi lado,
oír cómo me llamas por mi nombre.
Con frecuencia vivo olvidado de ti,
pero sé que te tengo esperando.
Muchas veces no me acuerdo de ti,
pero inmediatamente oigo tu voz,
y te encuentro a mi lado.
Enséñame cómo eres, Jesús,
para que te conozca mejor.
Gracias, Jesús,
porque me conoces y me amas.
Gracias, Jesús,
por la oportunidad que me das de conocerte.
Y ahora, le cantamos con alegría.