Haz un momento de silencio. Ponte en una postura cómoda y respira hondo para estar en paz por dentro. Dios está aquí, contigo. Empezamos la oración con un video de cuando murió Jesús.
Querida María,
Tú eres la mamá de todos los que formamos la Iglesia. Gracias por no dejarnos nunca solos.
Juntamos nuestras manos y rezamos:
Cantamos juntos:
Nos Despedimos:
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros..
San Faustino , ruega por nosotros… Beata Victoria, ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.