El Padre Faustino, con su vida hizo realidad el lema de este mes misionero, "Bautizados y enviados". El entendió la responsabilidad de haber sido bautizado y la vocación a la que Dios le llamaba que es la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda: evangelizar.
Con su vida el Padre Faustino transmitió vida allí donde le tocó vivir. Se sintió enviado por Dios para evangelizar.
A continuación recogemos párrafos de documentos que escribe a distintas en donde podemos descubrir el sentido de su vida: está puesto en Dios.
Corazones abiertos son los que Dios quiere para sí.
Si una sufre todas se conduelen y cooperen a su alivio. Imitad esa armonía, ayudaos mutuamente; amaos mucho en Cristo y tendréis mucha paz.
Nada temas con tan buen Conductor, que es el Camino, la Luz, la Verdad y la Vida.
Hoy nos encomendamos a san Faustino recitando juntos la oración:
¡Te damos gracias, Padre de amor y misericordia,
porque hiciste de san Faustino
un camino de evangelio desde el servicio
a los niños y jóvenes,
a la promoción integral de la mujer
y al necesitado de la salud del amor.
Haz que, imitando su ejemplo,
sepamos hacer de nuestra vida
una entrega incondicional
a los humildes y pequeños
en el seguimiento de tu Hijo.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén