Lector 1
En la oración de ayer leíamos como Madre Victoria prepara el equipaje para el viaje y estancia final:
el crucifijo, el rosario y el chal. No necesitaba más y como muestra de su desprendimiento deja el rosario encima de la cama.
Por testimonio de Sor Teresa de Jesús Cuesta, religiosa Trinitaria, salvada por un individuo del Frente Popular horas antes de que Madre Victoria fuese asesinada sabemos lo que hicieron las horas que precedieron a su fusilamiento.
Podemos concluir que confió en Dios, y la Divina Pastora estaba sosteniéndola.
Lector 2
Dice esta Hermana: "Rezamos el Rosario juntas y pedimos a la Virgen que nos diese valor para confesar con entereza el Santo Nombre de Jesús hasta el último suspiro. Puedo testimoniar que estábamos preparadísimas para morir, rogando continuamente a la Virgen que nos ayudara, deseando que llegara el momento ..."
Lector 1
Reflexión:
Rogando continuamente a la Virgen que nos ayudara ...
María siempre nos ayuda, si se lo pedimos de corazón. ¿Sentiste alguna vez esta ayuda de la Virgen?. ¿Se la pides en tus momentos de dificultad?. ¿Cual es mi relación con la Madre del Cielo?.
No lo olvides Ella está siempre ahí...
(tiempo de silencio y reflexión orante)
Rezamos a María, Divina Pastora, nuestra consagración. Pensamos en las palabras que le decimos juntos:
yo hija/o tuya/o me ofrezco a tí
y te consagro para siempre
todo lo que me queda de vida.
Mi cuerpo con todas sus miserias,
mi alma con todas sus flaquezas,
mi corazón con todos sus afectos y deseos.
Y si yo, vencida/o por el desaliento y la tristeza,
llegara alguna vez a olvidarme de Tí,
te pido por el amor que tienes a Jesús
me protejas como hija/o tuya/o
hasta que esté contigo en el cielo. Amén
Compromiso para el día de hoy: tener un recuerdo para la M. Victoria y lo mismo que ella rezar a María la Virgen, el Ave María.