El Señor está cerca de los que sufren.
El Señor se enfrenta con los enemigos que nos acechan,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias.
Porque el Señor está cerca de los que sufren.
El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
Aunque estemos sufriendo muchos males,
de todos nos libra el Señor.
Confiemos en Él que está cerca del que sufre.
Él cuida de todos nosotros,
y a ni uno solo abandonará.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien confía en él.
Quiero Señor experimentar que estás cerca.
Amén.