Nos preparamos para iniciar nuestra jornada de hoy abriendo nuestro corazón a Dios:
Las palabras en negrilla las hace un lector y todos contestamos las siguientes; el lector HACE una breve pausa después de cada verso para responder desde el corazón si esa es nuestra dinámica de vida:
Padre, somos tus hijos.
Nuestro, hermanos de los hombres.
Que estás en el cielo, caminamos esperanzados.
Santificado sea tu nombre, en fidelidad y alabanza.
Venga a nosotros tu Reino, llamados y escogidos para seguir a Jesús.
Hágase tu voluntad, la escucha incondicional de tu Palabra.
Danos hoy nuestro pan de cada día, pobres y solidarios.
Perdona nuestras ofensas, construimos el Reino desde la sencillez y la responsabilidad.
Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, con corazón
grande.
No nos dejes caer en la tentación, con las lámparas encendidas.
Líbranos del mal, en tus manos de Padre.
AMÉN